Elecciones EEUU lunes, Nov 7 2016 

Estamos trabajando la Revolución americana que dió lugar a los EEUU de América. Esta semana se van a celebrar las elecciones de este país, unas de las más controvertidas de su Historia y con un gran interés por parte del resto del mundo, dado el papel hegemónico que juega Norteamérica a nivel internacional.

Vamos a investigar sobre tales elecciones y la política norteamericana.

¿De qué fecha data la Declaración de Independencia de EEUU? ¿Quién fue el autor del Preámbulo? ¿Qué relación tiene la actual bandera con este proceso revolucionario?

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¿Cuándo fue redactada y promulgada su Constitución? ¿Qué tipo de Estado determina que tiene que tener el nuevo país? Explicad con vuestras palabras en qué consiste.

¿Qué edificio de EEUU vinculas al poder ejecutivo? ¿A qué estilo artísitico pertenece?

¿Qué edificio vinculas al poder legislativo en EEUU? ¿A qué estilo artístico pertenece?

Actualmente ¿Cuáles son los dos grandes partidos políticos en USA? ¿Cuándo fueron creados? ¿Qué símbolo representa a cada uno? ¿Por qué? ¿Cuál es su origen?

¿Cómo es elegido el Presidente de EEUU? ¿Quién fue el primer presidente de EEUU? ¿Cuánto tiempo dura el proceso de elecciones? ¿Qué son los «caucus»?

¿Qué diferencias observas entre el sistema americano y el español? Cita al menos cinco. Realiza una valoración personal al respecto. Pros y contras.

Podrías citar algún dato biográfico de cada candidato y alguna de las propuestas de sus respectivos  programas electorales.

El candidato republicano, Donald Trump, y la democráta, Hillary Clinton

¿Cómo hacer un TED? miércoles, Abr 6 2016 

En este enlace tienes algunas ideas que os pueden inspirar para hacer un TED. En este artículo se desarrollan algunos aspectos muy interesantes que debes de tener en cuenta. ¡Atrévete!

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La ilustración, conectamos con la actualidad lunes, Oct 26 2015 

Tras comparar los aspectos fundamentales del Antiguo Régimen con las propuestas ilustradas vamos a dar un paso más.

Los Premios Princesa de Asturias 2015 acaban de ser entregados. Una de las categorías premiadas es la de Cooperación Internacional.

Trabajo a realizar : Relaciona el Premio de este año a tal efecto con la Ilustración, su concepto, ideas, repercusión…. Debes justificar tu respuesta con una argumentación personal. Sería recomendable que te informaras y leyeras alguna entrevista realizada al premiado para entender el papel que está desarrollando en el mundo actual y su  influencia. Enviad vuestras reflexiones como comentario.

Conflicto en Ucrania (marzo de 2014) lunes, Mar 3 2014 

La Historia se impone.  Vamos a comenzar con este vídeo. Analizaremos las causas del conflicto, los hechos  y las posibles consecuencias.

El verdadero rostro de Robespierre lunes, Ene 20 2014 

En este artículo publicado en ABC digital podemos encontrar una interesante información que aporta alguna novedad sobre la figura de Robespierre. Entre otros asuntos, aparece una reconstrucción de su aspecto real realizada por un grupo de expertos que difiere bastante de las imágenes transmitidas por  los retratos de la época.  Asimismo, plantea una nueva teoría sobre el famoso disparo que motivó la herida de bala en su mandíbula. Curiosa su lectura.

Robespierre

Historia de las Constituciones Españolas jueves, Dic 6 2012 

Hoy celebramos el Día de la Constitución. Nuestra actual Carta Magna fue aprobada por referéndum un 6 de diciembre de 1978. Sin embargo, otras constituciones le han precedido en el tiempo. Con ese enlace tendrás acceso a todos los documentos y textos constitucionales de la Historia de España, desde la Pepa (1812) a la actual de 1978. Cuenta además con recursos e incluso con un test para que compruebes tus conocimientos. Imprescindible para conocer nuestra evolución política.

Haz click sobre este enlace.

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Mapa Interactivo de las Revoluciones en 2011 sábado, Feb 12 2011 

Interesantísimos estos enlaces de los  periódicos El País y El Mundo. Nos presentan  mapas interactivos con las revoluciones que se están produciendo en los países árabes, los datos más relevantes y  análisis. Merece la pena para conocer y analizar la actualidad.

Miles de personas celebran tras conocer que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha decidido renunciar a su puesto y entregar el poder a las Fuerzas Armadas, en la cariota plaza Tahrir.

20 aniversario de la reunificación de Alemania domingo, Oct 3 2010 

 

Hoy, 3 de octubre de 2010, se celebra el 20 aniversario de la Reunificación Alemana (la unión entre la Alemania del Oeste y la del Este). Para entender la importancia de este hecho puedes leer el artículo anterior relacionado con la caida del Muro de Berlín. 

Para conocer más puedes hacer click  en este enlace

Además, hoy también Alemania ha terminado de pagar la sanción económica que los vencedores de la I Guerra Mundial le impusieron en el célebre Tratado de Versalles (1919). Puedes leer un  interesante artículo en este enlace.

20 aniversario de la caída del Muro de Berlín viernes, Nov 6 2009 

Como sabes el 9 de noviembre de 1989  se produjo un acontecimiento de gran relevancia política: La caída del Muro de Berlín. Celebramos su veinte aniversario y considero  importante que conozcas sus causas, los hechos más significativos y las consecuencias.

En este enlace encontrarás información para comprender las razones que llevaron a la construcción del Muro de Berlín, cuáles fueron las causas de su desaparición y qué consecuencias se derivaron de tal acontecimiento.

También puedes consultar esta página en la que podrás comprender el contexto de Guerra Fría en la que fue construido.

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Discurso de Barack Obama martes, Ene 20 2009 

Sin duda, hoy es un día histórico, lleno de palabras, imágenes y sentimientos. Todo lo que hemos visto y oído forma parte ya de nuestra historia más reciente. Es importante que conozcamos y profundicems en el discurso que ha pronunciado hoy el presidente número 44 de los EEUU, Barack Obama.

Discurso:

Ya son cuarenta y cuatro los norteamericanos que han hecho el juramento presidencial. Estas palabras han sido pronunciadas durante mareas de prosperidad y aguas tranquilas de la paz. Y, sin embargo, a veces el juramento se hace en medio de nubarrones y furiosas tormentas. En estos momentos, Estados Unidos se ha mantenido no sólo por la pericia o visión de los altos cargos, sino porque nosotros, el pueblo, hemos permanecido fieles a los ideales de nuestros antecesores y a nuestros documentos fundacionales.

Así ha sido. Y así debe ser con esta generación de norteamericanos.

Que estamos en medio de una crisis es algo muy asumido. Nuestra nación está en guerra frente a una red de gran alcance de violencia y odio. Nuestra economía está gravemente debilitada, como consecuencia de la codicia y la irresponsabilidad de algunos, pero también por el fracaso colectivo a la hora de elegir opciones difíciles y de preparar a la nación para una nueva era.

Se han perdido casas y empleos y se han cerrado empresas. Nuestro sistema de salud es caro; nuestras escuelas han fallado a demasiados; y cada día aporta nuevas pruebas de que la manera en que utilizamos la energía refuerza a nuestros adversarios y amenazan a nuestro planeta.

Estos son los indicadores de una crisis, según los datos y las estadísticas. Menos tangible pero no menos profunda es la pérdida de confianza en nuestro país – un temor persistente de que el declive de Estados Unidos es inevitable y de que la próxima generación debe reducir sus expectativas.

Hoy os digo que los desafíos a los que nos enfrentamos son reales. Son graves y son muchos. No los enfrentaremos fácilmente o en un corto periodo de tiempo. Pero Estados Unidos debe saber que les haremos frente.

Hoy nos reunimos porque hemos elegido la esperanza sobre el temor, la unidad de propósitos sobre el conflicto y la discordia. Hoy hemos venido a proclamar el fin de las quejas mezquinas y las falsas promesas, de las recriminaciones y los dogmas caducos que durante demasiado tiempo han estrangulado a nuestra política.

Seguimos siendo una nación joven, pero, según las palabras de las Escrituras, ha llegado el momento de dejar de lado los infantilismos. Ha llegado el momento de reafirmar nuestro espíritu de firmeza: de elegir nuestra mejor historia; de llevar hacia adelante ese valioso don, esa noble idea que ha pasado de generación en generación: la promesa divina de que todos son iguales, todos son libres y todos merecen la oportunidad de alcanzar la felicidad plena.

Al reafirmar la grandeza de nuestra nación, somos conscientes de que la grandeza nunca es un regalo. Debe ganarse. Nuestro camino nunca ha sido de atajos o de conformarse con menos. No ha sido un camino para los pusilánimes, para los que prefieren el ocio al trabajo o buscan sólo los placeres de la riqueza y la fama. Más bien, han sido los que han asumido riesgos, los que actúan, los que hacen cosas -algunos de ellos reconocidos, pero más a menudo hombres y mujeres desconocidos en su labor, los que nos han llevado hacia adelante por el largo, escarpado camino hacia la prosperidad y la libertad.

Por nosotros se llevaron sus pocas posesiones materiales y viajaron a través de los océanos en busca de una nueva vida.

Por nosotros trabajaron en condiciones infrahumanas y se establecieron en el oeste; soportaron el látigo y araron la dura tierra.

Por nosotros lucharon y murieron en lugares como Concord y Gettysburg, Normandía y Khe Sahn.

Una y otra vez estos hombres y mujeres lucharon y se sacrificaron y trabajaron hasta tener llagas en las manos para que pudiéramos tener una vida mejor. Veían a Estados Unidos más grande que la suma de nuestras ambiciones individuales, más grande que todas las diferencias de origen, riqueza o facción.

Este es el viaje que continuamos hoy. Seguimos siendo la nación más próspera y poderosa de la Tierra. Nuestros trabajadores no son menos productivos que cuando empezó esta crisis. Nuestras mentes no son menos inventivas, nuestros bienes y servicios no son menos necesarios que la semana pasada, el mes pasado o el año pasado. Nuestra capacidad no ha disminuido. Pero el tiempo del inmovilismo, de la protección de intereses limitados y de aplazar las decisiones desagradables, ese tiempo seguramente ha pasado. A partir de hoy, debemos levantarnos, sacudirnos el polvo y volver a empezar la tarea de rehacer Estados Unidos.

Porque allí donde miremos, hay trabajo que hacer. El estado de la economía requiere una acción audaz y rápida y actuaremos no sólo para crear nuevos empleos sino para levantar nuevos cimientos para el crecimiento. Construiremos carreteras y puentes, las redes eléctricas y las líneas digitales que alimentan nuestro comercio y nos mantienen unidos. Pondremos a la ciencia en el lugar donde se merece y aprovecharemos las maravillas de la tecnología para aumentar la calidad de la sanidad y reducir su coste. Utilizaremos el sol, el viento y la tierra para alimentar a nuestros automóviles y hacer funcionar nuestras fábricas. Y transformaremos nuestras escuelas y universidades para hacer frente a las necesidades de una nueva era.

Todo esto podemos hacerlo. Y todo esto lo haremos.

Algunos cuestionan la amplitud de nuestras ambiciones y sugieren que nuestro sistema no puede tolerar demasiados grandes planes. Sus memorias son cortas. Porque han olvidado lo que este país ya ha hecho; lo que hombres y mujeres libres pueden lograr cuando la imaginación se une al interés común y la necesidad a la valentía.

Lo que no entienden los cínicos es que el terreno que pisan ha cambiado y que los argumentos políticos estériles que nos han consumido durante demasiado tiempo ya no sirven.

La pregunta que nos hacemos hoy no es si nuestro gobierno es demasiado grande o pequeño, sino si funciona -ya sea para ayudar a las familias a encontrar trabajos con un sueldo decente, cuidados que pueden pagar y una jubilación digna. Allí donde la respuesta es sí, seguiremos avanzando y allí donde la respuesta es no, pondremos fin a los programas. Y a los que manejamos el dinero público se nos pedirán cuentas para gastar con sabiduría, cambiar los malos hábitos y hacer nuestro trabajo a la luz del día, porque sólo entonces podremos restablecer la confianza vital entre un pueblo y su gobierno.

La cuestión para nosotros tampoco es si el mercado es una fuerza del bien o del mal. Su poder para generar riqueza y expandir la libertad no tiene rival, pero esta crisis nos ha recordado a todos que sin vigilancia, el mercado puede descontrolarse y que una nación no puede prosperar durante mucho tiempo si favorece sólo a los ricos. El éxito de nuestra economía siempre ha dependido no sólo del tamaño de nuestro Producto Nacional Bruto, sino del alcance de nuestra prosperidad, de nuestra habilidad de ofrecer oportunidades a todos los que lo deseen, no por caridad sino porque es la vía más segura hacia el bien común.

En cuanto a nuestra defensa común, rechazamos como falsa la elección entre nuestra seguridad y nuestros ideales. Nuestros padres fundadores, enfrentados a peligros que apenas podemos imaginar, redactaron una carta para garantizar el imperio de la ley y los derechos humanos, una carta que se ha expandido con la sangre de generaciones. Esos ideales aún alumbran el mundo y no renunciaremos a ellos por conveniencia. Y a los otros pueblos y gobiernos que nos observan hoy, desde las grandes capitales al pequeño pueblo donde nació mi padre: sabed que América es la amiga de cada nación y cada hombre, mujer y niño que persigue un futuro de paz y dignidad y de que estamos listos a asumir el liderazgo una vez más.

Recordad que generaciones anteriores se enfrentaron al fascismo y al comunismo no sólo con misiles y tanques, sino con sólidas alianzas y firmes convicciones. Comprendieron que nuestro poder solo no puede protegernos ni nos da derecho a hacer lo que nos place. Sabían por contra que nuestro poder crece a través de su uso prudente, de que la seguridad emana de la justicia de nuestra causa, la fuerza de nuestro ejemplo y las cualidades de la templanza, la humildad y la contención.

Somos los guardianes de este patrimonio. Guiados de nuevo por estos principios, podemos hacer frente a esas nuevas amenazas que exigen aún mayor esfuerzo – incluso mayor cooperación y entendimiento entre las naciones. Comenzaremos a dejar Irak, de manera responsable, a su pueblo, y forjar una paz ganada con dificultad en Afganistán.

Con viejos amigos y antiguos contrincantes, trabajaremos sin descanso para reducir la amenaza nuclear y hacer retroceder el fantasma de un planeta que se calienta. No vamos a pedir perdón por nuestro estilo de vida, ni vamos a vacilar en su defensa, y para aquellos que pretenden lograr su fines mediante el fomento del terror y de las matanzas de inocentes, les decimos desde ahora que nuestro espíritu es más fuerte y no se lo puede romper; no podéis perdurar más que nosotros, y os venceremos.

Porque sabemos que nuestra herencia multiétnica es una fortaleza, no una debilidad. Somos una nación de cristianos y musulmanes, judíos y e hindúes – y de no creyentes. Estamos formados por todas las lenguas y culturas, procedentes de cada rincón de esta Tierra; debido a que hemos probado el mal trago de la guerra civil y la segregación, y resurgido más fuertes y más unidos de ese negro capítulo, no podemos evitar creer que los viejos odios se desvanecerán algún día, que las líneas divisorias entre tribus pronto se disolverán; que mientras el mundo se empequeñece, nuestra humanidad común se revelará; y América tiene que desempeñar su papel en el alumbramiento de una nueva era de paz.

Al mundo musulmán, buscamos un nuevo camino adelante, basado en el interés mutuo y el respeto mutuo. A aquellos líderes en distintas partes del mundo que pretenden sembrar el conflicto, o culpar a Occidente de los males de sus sociedades – sepáis que vuestros pueblos os juzgarán por lo que podéis construir, no por lo que destruyáis.

A aquellos que se aferran al poder mediante la corrupción y el engaño y la represión de la disidencia, tenéis que saber que estáis en el lado equivocado de la Historia; pero os tenderemos la mano si estáis dispuestos a abrir el puño.

A los pueblos de las naciones más pobres, nos comprometemos a colaborar con vosotros para que vuestras granjas florezcan y dejar que fluyan aguas limpias; dar de comer a los cuerpos desnutridos y alimentar las mentes hambrientas. Y a aquellas naciones que, como la nuestra, gozan de relativa abundancia, les decimos que no nos podemos permitir más la indiferencia ante el sufrimiento fuera de nuestras fronteras, ni podemos consumir los recursos del mundo sin tomar en cuenta las consecuencias. Porque el mundo ha cambiado, y nosotros tenemos que cambiar con él.

Al contemplar la ruta que se despliega ante nosotros, recordamos con humilde agradecimiento aquellos estadounidenses valientes quienes, en este mismo momento, patrullan desiertos lejanos y montañas distantes. Tienen algo que decirnos, al igual que los héroes caídos que yacen en (el cementerio nacional de) Arlington susurran desde los tiempos lejanos. Les rendimos homenaje no sólo porque son los guardianes de nuestra libertad, sino también porque encarnan el espíritu de servicio; la voluntad de encontrar sentido en algo más grande que ellos mismos. Sin embargo, en este momento -un momento que definirá una generación- es precisamente este espíritu el que tiene que instalarse en todos nosotros.

Por mucho que el gobierno pueda y deba hacer, en última instancia esta nación depende de la fe y la decisión del pueblo estadounidense. Es la bondad de acoger a un extraño cuando se rompen los diques, la abnegación de los trabajadores que prefieren recortar sus horarios antes que ver a un amigo perder su puesto de trabajo, lo que nos hace superar nuestros momentos más oscuros. Es la valentía del bombero al subir una escalera llena de humo, pero también la voluntad del progenitor de cuidar a un niño, lo que al final decide nuestra suerte.

Nuestros desafíos podrían ser nuevos. Las herramientas con que los hacemos frente podrían ser nuevas. Pero esos valores sobre los que depende nuestro éxito – el trabajo duro y la honestidad, la valentía y el juego limpio, la tolerancia y la curiosidad, la lealtad y el patriotismo – esas cosas son viejas. Esas cosas son verdaderas. Han sido la fuerza silenciosa detrás de nuestro progreso durante toda nuestra historia. Lo que se exige, por tanto, es el regreso a esas verdades. Lo que se nos pide ahora es una nueva era de responsabilidad – un reconocimiento, por parte de cada estadounidense, de que tenemos deberes para con nosotros, nuestra nación, y el mundo, deberes que no admitimos a regañadientes, sino que acogemos con alegría, firmes en el conocimiento de que no hay nada tan gratificante para el espíritu, tan representativo de nuestro carácter que entregarlo todo en una tarea difícil.

Este es el precio y la promesa de la ciudadanía.

Esta es la fuente de nuestra confianza – el saber que Dios nos llama a dar forma a un destino incierto.

Este es el significado de nuestra libertad y de nuestro credo – por lo que hombres y mujeres y niños de todas las razas y de todas las fes pueden unirse en una celebración a lo largo y ancho de esta magnífica explanada, por lo que un hombre cuyo padre, hace menos de 60 años, no habría sido servido en un restaurante ahora está ante vosotros para prestar el juramento más sagrado.

Así que, señalemos este día haciendo memoria de quiénes somos y de lo largo que ha sido el camino recorrido. En el año del nacimiento de América, en uno de los más fríos meses, una reducida banda de patriotas se juntaba ante las menguantes fogatas en las orillas de un río helado. La capital se había abandonado. El enemigo avanzaba. La nieve estaba manchada de sangre. En un momento en que el desenlace de nuestra revolución estaba más en duda, el padre de nuestra nación mandó que se leyeran al pueblo estas palabras:

«Que se cuente al mundo del futuro que en las profundidades del invierno, cuando nada salvo la esperanza y la virtud podían sobrevivir … la urbe y el país, alarmados ante un peligro común, salieron a su paso.»

América. Ante nuestros peligros comunes, en este invierno de nuestras privaciones, recordemos esas palabras eternas. Con esperanza y virtud, sorteemos nuevamente las corrientes heladas, y aguantemos las tormentas que nos caigan encima. Que los hijos de nuestros hijos digan que cuando fuimos puestos a prueba nos negamos que permitir que este viaje terminase, no dimos la vuelta para retroceder, y con la vista puesta en el horizonte y la gracia de Dios encima de nosotros, llevamos aquel gran regalo de la libertad y lo entregamos a salvo a las generaciones venideras.

Gracias, que Dios os bendiga, que Dios bendiga a América.

 

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¿Qué ideas principales ha querido transmitir a sus compatriotas y al mundo el nuevo presidente?

¿Cuáles son los problemas principales que va a tener que afrontar?

¿Cuáles son los valores fundamentales que resalta Obama en este discurso?

¿Qué te ha llamado ,a ti personalmente, más la atención de este discurso?

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